Un par de documentos emitidos por el Departamento del Tesoro contienen la lista de propiedades que le fueron confiscadas a Samark López Bello, empresario al que identifican como testaferro del vicepresidente, Tareck El Aissami. Uno de ellos confirma que también le fue confiscada la mansión de 16,5 millones de dólares que compró de contado en Miami.
Un reportaje de Univision Investiga había demostrado que la vivienda era de su propiedad y que fue adquirida a través de una corporación. De esa manera se hacía difícil saber quién era el dueño. No obstante, se pudo demostrar que la dirección de la empresa que usó López para comprar la casa es la misma de una de las compañías que le bloqueó el Departamento del Tesoro y aparecía en el listado que fue dado a conocer por las autoridades.
La dirección en Miami de la mansión indicada en los documentos federales coincide con la misma que identificó el trabajo periodístico en la dirección: 325 Leucadendra Drive, Coral Gables, Gables Estates, número 2.
Al primer listado, que fue dado a conocer por la Oficina de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC) el pasado 13 de febrero de 2017, se le suma un segundo informe en el que se lee que la OFAC “tiene información de que esta propiedad identificada abajo es una propiedad en la que el señor López Bello tiene un interés”, según se lee en un documento al que Univision tuvo acceso.
De manera que con la lujosa vivienda suman 14 las compañías y locales a nombre de López Bello.
López, de 42 años, se ha beneficiado de multimillonarios contratos del sector petrolero y alimenticio en Venezuela y fue identificado por la OFAC como el prestanombres del vicepresidente El Aissami, también incluido en la lista negra por su supuesta participación en el tráfico internacional de drogas.
Investigaciones realizadas por Univision demuestran que López compraba propiedades millonarias en efectivo y también se beneficiaba del negocio de alimentos que el gobierno venezolano ha generado en plena crisis de desabastecimiento.
En su respuesta a página completa en The New York Times, el vicepresidente venezolano no menciona a Samark López ni a sus empresas en Estados Unidos. Ambos han aceptado que son amigos. López se defendió en su página web, donde se autodefine como un empresario filántropo.