La escuela María Inmaculada de Fe y Alegría, ubicada en Petare, realizó una encuesta individual a 1.105 niños, de preescolar a 6º grado, que arrojó que 120 alumnos pasan hambre porque en su hogar se hace solo una comida al día. 

JOHANNA VALERO/JVALERO@EL-NACIONAL.COM 

La coordinadora de pastoral del plantel, quien prefirió no dar su identidad, refirió que comenzaron a observar problemas de salud en los alumnos y resolvieron realizar el “diagnóstico observatorio del Derecho a la Alimentación” desde el pasado lunes. Detectaron ausentismo escolar por hacer colas, desvanecimiento en clases por debilidad, noches sin comer y falta de alimentación en casa. “Es posible que algunos de los alumnos no alcancen las tres comidas, y la poca alimentación que reciben no es nutritiva, porque muchos de los encuestados dijeron que pasan noches sin comer y se desvanecen por la debilidad”, explicó la religiosa, miembro de la congregación Hijas del Patrocinio de María, con sede en España, Colombia y Venezuela. Ante la situación revelada por 120 niños, el colegio decidió asumir una de las comidas: la merienda, basada fundamentalmente en harina. El presupuesto recibido solo alcanza para eso.

“Hace 30 años el plantel tuvo comedor escolar y disponía del Programa de Alimentación cuando existía el Instituto Nacional de Nutrición y lo retiraron. Solo se les da merienda a cinco niños por salón con el apoyo de la señora que atiende la cantina, quien además hace milagros para conseguir productos regulados y ofrecer algo que llene el estómago. Quisiéramos que todos los alumnos que hacen vida en el colegio puedan contar con su merienda, pero el presupuesto solo abarca para un mes”, señaló.

Una docente de 6º grado –que no quiso revelar su nombre– admitió que se desmayó hace algunas semanas cuando daba clases, debido a la falta de alimentación y el estrés que le produce la crisis del país. “La situación precaria que vivimos nos hace vulnerables, a veces salimos a comprar y no hay nada. Gracias a Dios, dos de mis hijos forman parte del programa de apadrinamiento que otorga Fe y Alegría, en alimentación, uniformes y útiles escolares”, dijo.

Para el próximo período 2016-2017, el colegio desea expandir su plan piloto de programa escolar de meriendas, además de iniciar otro plan alimenticio para docentes, que llegue a todos los niveles de educación, porque en esta fase solo alumnos de preescolar y básica contarán con el beneficio.

El colegio público nacional Cosme Damián Peña, ubicado en La California, por su parte, no suministro suficiente información. Una docente del plantel quien quiso mantener su identidad en secreto porque se “siente amordazada”,  señaló que esa institución nunca tuvo comedor ni tampoco el PAE; solo funciona una cantina que expende alimentos a los estudiantes hasta las 11:30 am.

Ayuda del exterior

La congregación Hijas del Patrocinio de María con sede en España, Colombia y Venezuela envía recursos al colegio María Inmaculada de Fe y Alegría para que pueda aliviar la dificultad de conseguir productos regulados, indispensables para la dieta diaria de cada alumno. Esto solo puede costear la merienda que es lo único que ofrecen en los dos turnos escolares. La ayuda humanitaria internacional forma parte de la contingencia que se ha planteado este plantel.

 

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