Al hombre lo apuñalaron, a pesar de que se disculpó por el incidente ocurrido en el mercado de Coche
José Valdés, de 26 años de edad, desde hacía cuatro años tenía un puesto de ventas de hortalizas en el mercado de Coche. El 31 de diciembre, a la 1:00 pm, tropezó un termo de café y lo mataron.
Su madre, María Obando, relató que el sábado Valdés atendía en su puesto a unos clientes y de forma accidental tumbó un termo de café a otro vendedor que le reclamó. Valdés le pidió disculpas. “Le dijo que fue sin intención, pero el hombre se ofuscó y discutieron”.
La disputa duró cerca de 20 minutos hasta que un amigo del comerciante de café le entregó un cuchillo y le dijo: ‘no lo disculpes, clávale una puñalada para que sea serio”.
El vendedor tomó el arma e hirió a Valdés en el pecho. Un grupo de comerciantes lo auxilió y lo trasladó al hospital Periférico de Coche, donde falleció a los pocos minutos de haber ingresado. Su madre se enteró de lo ocurrido tres horas más tarde, cuando recibió la llamada del dueño de un local del mercado. “Me dijo que habían herido a Joseíto y una vez que llegué al hospital no pude despedirme, había muerto. Vivimos en una sociedad intolerante, donde te matan porque tropezaste algo o porque te hicieron un reclamo. Nos hemos convertido en un país hostil, de salvajes, donde prevalece la ley del más fuerte”, expresó Obando.
José Valdés era sostén de hogar. Trabajaba desde que era un adolescente para ganarse el sustento diario. Tenía dos hijas y laboraba desde las 6:00 de la mañana para que no les faltara nada, según su madre.
El cuerpo de José Valdés es uno de los 45 cadáveres llevados a la morgue de Bello Monte entre el 1° de enero en la madrugada y ayer martes 3 en la mañana.
En otro hecho, en Ciudad Tiuna, asesinaron a un adolescente de 17 años de edad, identificado como Yermain García. Sus parientes relataron que el 30 de diciembre García acordó reunirse con unos amigos en la puerta del edificio. Estaban compartiendo en vísperas de fin de año y mientras conversaban, tres hombres se acercaron al grupo para robar. García se molestó y los enfrentó, pero uno de los delincuentes sacó el arma y le disparó. Los ladrones cargaron con los celulares y se dieron a la fuga. La víctima trabajaba como obrero en el complejo residencial que forma parte de la Gran Misión Vivienda Venezuela.
“¿Cómo es posible que un hecho así pase en instalaciones que están bajo resguardo militar? ¿Que los homicidas se hayan ido como si nada?”, expresó un allegado.
Yermain García vivía con su madre en esa urbanización desde hace cuatro años, luego de quedar damnificado por la caída de un talud que derribó parte de su casa en Santa Rosalía.
@kicobautista lamentable pero te quitan la vida en Venezuela por casi la total impunidad de nuestro sistema judicial y político