La División contra Homicidios del Cicpc inició las investigaciones sobre el asesinato del general retirado de la Guardia Nacional Bolivariana Alberto Silva Bohórquez, de 70 años de edad, quien fue hallado muerto el miércoles en la mañana en un apartamento que había alquilado el 19 de diciembre en el edificio Coribaita, en la avenida Las Palmas, municipio Libertador. El hallazgo se dio una semana después de ocurrido el crimen.
Según los pesquisas, Bohórquez recibió un golpe con un bate en la cabeza, que lo dejó aturdido en la sala de su casa e intentó arrastrarse hasta la puerta del apartamento, pero el homicida le dio un segundo impacto que le causó la muerte, luego lo envolvió en un cubrecama y lo abandonó en el lugar del crimen.
El primer sospechoso del asesinato es un hombre de 18 años de edad que trabajaba para el ex militar, pues fue la última persona que lo vio vivo el miércoles 21 de diciembre. Según los escoltas de la víctima, al general lo dejaron en el apartamento y fue el muchacho quien les abrió la puerta. El Cicpc está en la búsqueda del adolescente cuya identificación aún no se ha revelado. Un vigilante de una garita cerca del edificio y un vecino afirman que lo vieron salir en la madrugada en el vehículo BMW propiedad del general retirado. El carro está desaparecido.
El miércoles 29, residentes del edificio llamaron a los arrendatarios de Silva Bohórquez para informarles que del inmueble emanaba un mal olor. Ellos alegaron que no podían abrir la puerta sin autorización del ocupante del apartamento. Los vecinos del general insistieron porque el hedor era muy intenso, hasta que los dueños del apartamento llegaron con los bomberos del Distrito Capital a las 11:00 am. Al ingresar encontraron cerca de la puerta el cadáver de Silva Bohórquez envuelto en el cubrecama y con sangre alrededor. En el sitio se observó una caja fuerte que intentó ser forzada.
El hijo del general retirado intentó comunicarse con él desde el jueves 22, pero nunca contestó sus llamadas. La familia de Silva Bohórquez fue al sitio y constató que sus pertenencias, incluidas sus condecoraciones militares, estaban intactas en el lugar.
El general Silva Bohórquez alquiló el apartamento el 19 de diciembre porque estaba recién divorciado y había vendido su vivienda anterior, ubicada en el Circulo Militar, por 1.000.000 de dólares. Su idea era permanecer en el edificio Coribaita, por seis meses, tiempo en el que calculaba estaría lista su nueva vivienda que había adquirido en Margarita.
El general retirado fue comandante del Core 7 y fiscal militar. En ese cargo llevó el caso de los militares que participaron en el golpe de Estado del 4 de febrero de 1992. Actualmente era dueño de una empresa de refrigeración.
