Pequeñas compañías en EE.UU. y Canadá, y posiblemente algunas grandes como Apple, avizoran el potencial monetario de la industria del cannabis y se alistan a producir vaporizadores inteligentes.
¿Algunas vez pensaste que existiría una relación entre la mariguana y la tecnología? Pues sí la hay.
El 8 de noviembre de 2016 pasará a la historia como la fecha en que no sólo Donald J. Trump ganó las elecciones a la presidencia de EE.UU., sino también como el día en que la mariguana fue aprobada para uso recreativo en más estados de la nación.
Ahora un total de ocho estados — Arizona, California, Colorado, Florida, Nevada, Massachusetts, Maine, Montana y Washington — permiten su uso recreativo, y un total de 28 permiten el uso medicinal.
Con la gran probabilidad de que aumente el número de personas que fumen, coman, inhalen y hasta se froten la planta a consecuencia de la disponibilidad legal del cannabis, emprendedores de todo tipo quieren aprovechar la oportunidad de entrar a un mercado con mucho potencial, y la tecnología forma una buena parte de su filosofía de negocio.
Según PitchBook, una firma que investiga la inversión de capital de riesgo, unos US$360 millones fueron invertidos en startups de mariguana durante el 2015; cifras preliminares para 2016 suman US$137 millones. Eso es un aumento significativo de los US$7 millones que se invirtieron en la industria en 2012. Investigadores de CB Insights notaron que, para finales de 2016, las inversiones alcanzaron los US$205 millones.
De este monto, la gran mayoría, el 84 por ciento, correspondió a emprendedoras en EE.UU. mientras que las startups en Canadá obtuvieron el 13 por ciento, continuó CB Insights. Tanto ha crecido el mercado que en los últimos dos años seis compañías comenzaron a vender acciones en la bolsas públicas, entre ellas MassRoots, una red social para usuarios del cannabis, e Innovative Industrial Properties, que invierte en fincas para la cosecha de la planta.
Algunas de estas compañías, como la estadounidense DaVinci y la canadiense Vapium, se parecen más a las famosas startups de tecnología de Silicon Valley que a la idea tópica que tiene la gente sobre empresas de la industria de la mariguana. Ambas fabrican y diseñan vaporizadores para la inhalación del vapor de plantas como cannabis, anís, menta y hasta romero, entre muchas más.
Temperatura y seguridad
DaVinci, que se estableció en el 2012 y tiene su sede en Las Vegas, dice haber sido la primera en introducir tecnología para el control preciso de temperatura en los vaporizadores. Shauntel Ludwig, la vicepresidenta de operaciones, explicó a CNET en Español que calentar el cannabis a diferentes temperaturas le ofrece una experiencia diferente al usuario. El vapor que emite la mariguana calentada a 350 grados Fahrenheit hace a una personas sentirse creativa y animada, mientras que el vapor a 390 grados es un sedante para aliviar dolores, explicó Ludwig.
El control de la temperatura al momento de la vaporización es lo más importante, porque si la planta se quema puede emitir un formaldehído cancerígeno, entre otros tóxicos, nos dijeron el ingeniero físico Michael Trzecieski y la asesora de negocio Lisa Harun, los cofundadores de Vapium. Esto iría en contra del uso del cannabis para uso medicinal y por eso es tan importante que los vaporizadores te permitan controlar la temperatura.
Además de la temperatura, que se puede personalizar en los apps de ambas compañías, la ingeniería detrás del desarrollo del producto es un factor clave. Ludwig explicó que los vaporizadores son dispositivos pequeños que se calientan mediante una batería recargable (de 18650 mAh) a temperaturas sumamente altas. La seguridad de los materiales es importante para cuidar de los usuarios y de la calidad de la planta. DaVinci utiliza cerámica de zirconio, un material que se usa para crear dentaduras, para el compartimiento de la planta y el tubo que transmite el vapor.
Finalmente, el interfaz de usuario del vaporizador en sí mismo es importante. El más reciente y más avanzado vaporizador de DaVinci, el IQ, tiene 51 luces LED que se encienden en patrones diferentes para indicar la temperatura, la sesión personalizada que tendrá el usuario y el nivel de la batería. También tiene tecnología háptica para indicar que el vaporizador está caliente y listo para su uso.
Por otro lado, Vapium tiene un exterior fabricado con plásticos de policarbonato (el mismo tipo de material usado para satélites) e internamente compuesto de acero inoxidable con un grado de 317 (que también se usa para dispositivos médicos); los vaporizadores Vapium, dice la empresa son duraderos y resistentes al agua.
Los vaporizadores Vapium tienen tecnología háptica para vibrar cuando el dispositivo está listo para utilizar; Bluetooth para conectarse al app en tu celular por donde el usuario puede gestionar la temperatura para las diferentes plantas que se pueden inhalar y bloquear el uso del vaporizador de usuarios no autorizados; luces LED para indicar la temperatura del compartimiento de acero que caliente la planta, y también una batería de 3,300 mAh que se carga mediante un puerto USB tipo C.
Los fundadores, Trzecieski y Harun, se conocieron cuando trabajaban en la industria de robótica para juguetes. Ambos fumadores de mariguana, vieron una oportunidad de mejorar la calidad del consumo del cannabis para uso medicinal en Canadá. Con ese objetivo lanzaron Vapium en 2013.
Como Vapium y DaVinci hay decenas de vaporizadores ya en el mercado que tienen como objetivo no quemar las plantas, como el cannabis, que son inhaladas. Sin embargo, Ludwig, de DaVinci, dice que sólo un puñado de empresas tienen el nivel de sofisticación tecnológico que ofrecen ellos y Vapium. Otras empresas que fabrican vaporizadores inteligentes son PAX y FireFly.
“Creo que hay muchas personas que ven a este industria como una mina de oro y ven pocas barreras para entrar”, dijo Ludwig. “Pero al mismo tiempo, un vaporizador de bajo precio no te ofrecerá la mejor experiencia”.
Además, al igual que los dispositivos iOS, Android y Windows, estos vaporizadores con alta tecnología pueden ser actualizados automáticamente a distancia por parte de las compañías.
¿iVapor en camino?
Por cierto, no son sólo estas pequeñas compañías las que están intentando ganarse una cuota del potencial del mercado de fumadores de cannabis. Apple, la fabricante del iPhone, recientemente registró una patente para un vaporizador. La gigante de Cupertino no menciona cuál es la substancia que se calentaría dentro del compartimiento, pero es posible que también a la empresa creadora del iPad le interese estar lista para competir en el creciente mercado de los vaporizadores.
Según New Frontier, un grupo que analiza el mercado de la mariguana, para el 2020 la industria podría alcanzar ventas por US$20,600 millones frente a US$7,200 millones en 2016. Otras cifras indican que el mercado asociado al cannabis podría alcanzar los US$44,000 millones en el mismo periodo.
A pesar de la variedad de vaporizadores en el mercado, Harun y Trzecieski piensan que tienen un producto que atraerá a cierto tipo de fumador de cannabis, en particular aquellos que realmente respetan la planta y entienden sus usos medicinales.
“Si otra compañía imita nuestra tecnología no lo vemos como algo negativo; al contrario, lo vemos como un progreso debido a que al final el consumidor es el que gana”, dijo Harun. “Igual que los pacientes de cannabis escogen cuidadosamente quién les vende la planta, es igual de importante que una persona que quiera comprarse un vaporizador se tome el mismo tiempo investigando el producto como lo haría aprendiendo sobre un teléfono nuevo que quiera comprar”.