Los aeropuertos afectados se encuentran en Oriente Próximo y norte de África y la medida obedece a una amenaza terrorista no especificada.
La Administración de Donald Trump ha confirmado este martes la imposición de nuevas restricciones sobre los aparatos electrónicos que pueden llevar los pasajeros que viajen a Estados Unidos desde diez aeropuertos situados principalmente en Oriente Próximo y el norte de Africa en respuesta a una amenaza terrorista no especificada.
El Departamento de Seguridad Interior requerirá a los pasajeros procedentes de aeropuertos en Jordania, Egipto, Turquía, Arabia Saudí, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Marruecos y Qatar que facturen los aparatos electrónicos más grandes que un teléfono móvil como tabletas, DVD portátiles, ordenadores portátiles y cámaras.
Los aeropuertos afectados por las medidas se encuentran en Amán, El Cairo, Kuwait, Doha, Dubai, Estambul, Abu Dhabi, Casablanca (Marruecos), y Riad y Yedá, en Arabia Saudí. Todos estos países son de mayoría musulmana.
Reino Unido también
Paralelamente, el Gobierno británico ha decidido también prohibir llevar ordenadores portátiles y otros aparatos electrónicos en el equipaje de cabina de ciertos vuelos directos procedentes de seis países de Oriente Medio y África, anunció hoy Downing Street.
En una medida similar a la ya adoptada por Estados Unidos, el Reino Unido obligará a facturar esos ordenadores, teléfonos y tabletas, que sean de mayor tamaño que el de un “smartphone”, a los pasajeros que procedan de Turquía, Líbano, Jordania, Egipto, Túnez y Arabia Saudí.
“La seguridad de los ciudadanos que viajan es nuestra mayor prioridad. Por eso mantenemos nuestra seguridad en la aviación bajo constante revisión y adoptamos medidas que creemos son necesarias, efectivas y proporcionadas”, señaló hoy un portavoz del Gobierno.
Trump aclara la medida
Fuentes oficiales han aclarado que la decisión de Estados Unidos no tiene nada que ver con los esfuerzos de Trump para imponer una prohibición de viaje a seis países mayoritariamente musulmanes. La portavoz del Departamento de Seguridad Interior ha defendido que el Gobierno “no va contra naciones específicas”. “Nos basamos el información de Inteligencia evaluada para determinar qué aeropuertos están afectados”, ha añadido.
El 6 de marzo, Trump firnó una orden ejecutiva revisada prohibiendo a los ciudadanos de Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen viajar a Estados Unidos durante 90 días. Dos jueces federales han suspendido parte de la prohibición, argumentando que es discriminatoria contra los musulmanes. Trump ha prometido apelar al Tribunal Supremo de ser necesario.
En estos aeropuertos operan nueva aerolíneas que vuelan directamente a ciudades de Estados Unidos unas 50 veces al día y que incluyen a Royal Jordanian Airlines, Egypt Air, Turkish Airlines, Saudi Arabian Airlines, Kuwait Airways, Royal Air Maroc, Qatar Airways, Emirates y Etihad Airways, según fuentes gubernamentales.
Las aerolíneas tienen hasta el viernes para acatar las nuevas restricciones que estarán en vigor de forma indefinida. La medida no afectará a ninguna aerolínea estadounidense puesto que éstas no vuelan directamente a Estados Unidos desde dichos aeropuertos, según las fuentes, que han aclarado que sí afecta a los ciudadanos estadounidenses que vayan en dichos vuelos.
Las autoridades no han aclarado por qué las restricciones sólo se aplican a los viajeros que llegan a Estados Unidos y no a aquellos que realizan esos mismos vuelos desde aeropuertos estadounidenses con destino a estos aeródromos.
El Departamento de Seguridad Interior, que sí permitirá los aparatos médicos aprobados, ha indicado que las medidas “seguirán en vigor hasta que la amenaza cambie” y no ha descartado ampliarla a otros aeropuertos si las circunstancias cambian.
En un comunicado, el departamento ha señalado que “busca equilibrar los riesgos con los impactos para los viajeros y que ha determinado que los teléfonos móviles y los smartphones serán permitidos por ahora”.
Las nuevas restricciones han sido provocadas por informaciones de que grupos terroristas quieren introducir artefactos explosivos en aparatos electrónicos, según explicaron fuentes oficiales este lunes. En un comunicado, el Gobierno indicó que está “preocupado por el interés continuado de los terroristas en atacar a la aviación comercial, incluidos nodos de transporte en los dos últimos años”.
Según fuentes oficiales consultadas por Reuters, la alerta se basa en información obtenida durante un asalto de un comando estadounidense en enero en Yemen contra Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), que incluyó técnicas de fabricación de bombas. AQPA ya planeó en el pasado derribar aviones estadounidenses.