Muchos de estos juguetes usan información personal del menor para así poder crear un perfil de quien los utiliza y poder personalizar la experiencia, pero esto implica riesgos de seguridad.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) junto con el centro Internet Segura for Kids (IS4K) han elaborado un manual en el cual se explican las buenas formas del uso de los juguetes conectados, en la que advierten sobre sus riesgos que se corren al emplearlos.
La Navidad y el Día de Reyes están a la vuelta de la esquina y los juguetes que permiten la conexión a Internet y a otros dispositivos pueden ser un buen regalo para los más pequeños.
Estos dispositivos permiten la conectarse a Internet, enviar imágenes en tiempo real y la graban y reconocen la voz del niño, lo que los convierte en una atractiva forma de entretenimiento.
Muchos de estos juguetes usan información personal del menor para así poder crear un perfil de quien los utiliza y poder personalizar la experiencia. Esta recogida de datos conlleva unos riesgos, advierte Incibe en su manual, puesto que si el juguete en cuestión no es lo suficientemente seguro, una persona ajena a él podría conectarse y conseguir toda esta información.
Además, pueden suponer el contacto del niño con desconocidos o usarse como herramienta de burlas y ‘bullying’.
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