Los creadores de Juego de tronos, D.B. Weiss y David Benioff, retrasaron el rodaje de la séptima temporada porque querían que se notara que había llegado el invierno en los Siete Reinos. Otra cosa es que las condiciones del rodaje están siendo tan duras en Islandia que apenas pueden realizar su trabajo si nos fiamos por las informaciones publicadas por PageSix.
No es una cuestión de que sea muy duro para actores que están acostumbrados a rodar en el clima de California sino para cualquier ser humano que agradece sentirse los dedos mientras trabaja. La temperatura en el set de rodaje está por debajo de los 25 grados bajo cero y los vientos que acarician a Jon Nieve soplan a 160 kilómetros por hora. Una brisa muy poco agradable.
Como decíamos, la razón de ser de este calvario tiene mucho que ver con el argumento de la serie. El escritor George R.R. Martin imaginó un universo donde las estaciones no son regulares y en el momento de la acción llevaban más de una generación sin vivir un invierno. Pero desde el comienzo de los libros y la serie advertían que “el invierno se acerca” y finalmente está aquí.
Es por esto que retrasaron el rodaje, para asegurarse que incluso en las localizaciones más cálidas (como las utilizadas en el País Vasco y Andalucía) se notase este cambio estacional en la luz. Y está claro que los actores que se han pasado la temporada rodando en España estarán muy, muy contentos del rumbo que llevan las tramas.
Eso sí, por más que avance el rodaje, seguimos sin conocer la fecha de estreno de la séptima temporada. Se rumoreó que podía tratarse de finales de junio pero, de momento, no tenemos fecha oficial.