Una inundación con características de desastre natural que parecía un reporte de alguna tragedia ocurrida en otro país y que daba cuenta de un flujo desbordado del vital líquido pudiera corresponder a cualquier lugar del mundo menos a Venezuela donde el agua potable escasea de una manera feroz y crítica. Sin embargo, la rotura de una tubería matriz de Hidrocapital en la avenida Blandín fue la razón de estas imágenes que hace pocas horas sorprendieron a los habitantes del municipio capitalino, sometidos a las más amargas horas de racionamiento por los organismos del Estado que controlan el preciado líquido.
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Claro que si se puede emporar en éste país.