Los parlamentarios del PSUV son muy buenos oradores. Y algunos hacen importantes aportes al idioma de Cervantes con nuevas creaciones en base a morfemas, prefijos y sufijos insospechados. Otros proceden por yuxtaposición de palabras ya creadas en excitantes nuevas formas. Y estas habilidades lingüísticas llegan al paroxismo cuando se trata de acuñar nuevos verbos a la lengua de Quevedo y Góngora. Lástima que a veces los académicos, que son unos tipos muy serios, y unos huesos muy duros de roer a la hora de apreciar estas fantásticas innovaciones de la lengua castiza, se resisten a admitir estos constantes aportes hechos por quienes -a pesar de las apariencias- tanto amor tienen por la lengua que nos legaron los conquistadores.
Tal es el caso del ex ministro del Poder Popular para la Educación, el abogado Héctor Rodríguez, a quien podemos apreciar en su más reciente intervención en la ilustre Asamblea Nacional.